jueves, 13 de agosto de 2009

Disfunciones de glandula tiroides

Una de cada veinte personas tiene problemas de tiroides. Sin embargo, más de la mitad de los afectados ignora que tiene un problema. En este artículo, todos los síntomas del hipertiroidismo, el hipotiroidismo y otras enfermedades de tiroides, con sus respectivos tratamientos médicos.



Tratar disfunciones de glándula tiroides



Las glándulas son órganos que se encargan de elaborar ciertas sustancias vitales para el correcto funcionamiento de nuestro cuerpo y que son segregadas hacia el exterior del organismo, hacia la sangre o hacia la linfa. La tiroides es justamente una pequeña glándula ubicada en la parte posterior del cuello.

Formada por dos lóbulos de unos cinco centímetros de longitud, se encuentra adosada a la tráquea y la laringe. Aunque pesa tan sólo 25 gramos, se encarga de llevar a cabo tareas extremadamente importantes en el control del metabolismo corporal, además de asegurar el normal funcionamiento de todas las células del cuerpo.


Para lograr esto, produce dos hormonas llamadas T3 (o triyodotironina) y T4 (o tiroxina), compuestas principalmente por yodo. Cuando una persona no asimila este elemento en cantidades suficientes por medio de su dieta, la tiroides intenta compensar esta carencia abultándose, llegando a formar una saliente muy marcada en el cuello: esta condición es una enfermedad llamada bocio.


Cuando estos cuadros no son atendidos a tiempo y continúan empeorando, se produce hipotiroidismo, como consecuencia de la permanente insuficiencia de yodo. Si bien esta condición era muy común en tiempos antiguos, particularmente en las zonas donde los productos alimenticios autóctonos no proveían este mineral en cantidades suficientes, el desarrollo de la importación y exportación a nivel mundial ha logrado reducir las posibilidades de carencia de yodo al punto de casi eliminarlas.

Pero de la misma manera que la ausencia de yodo en la dieta puede resultar muy nocivo para la salud, también su exceso puede tener efectos negativos. Los excedentes de este mineral son utilizados por la glándula tiroides aunque ya se hayan producido la cantidad de hormonas que necesita el cuerpo: así, la hormona que se encarga de mantener el equilibrio entre estas primeras (llamada TSH, hormona estimuladora de la tiroides), reduce su presencia, causando un desbalance llamado hipertiroidismo.



Estas tres enfermedades (hipo e hipertiroidismo y bocio) son mucho más comunes de lo que se piensa: una de cada 20 personas sufre de alguna de ellas. Siempre que sean detectadas a tiempo, se las puede tratar con éxito e incluso el cáncer de tiroides, bastante raro, puede eliminarse por completo. Las mujeres deben prestar particular atención a la aparición de estas anormalidades, puesto que ellas tienen más posibilidades de adquirirlas que los hombres.

domingo, 9 de agosto de 2009

Diagnóstico del hipotiroidismo

Caracterizada por la insuficiencia de hormonas T3 y T4, esta enfermedad afecta al 1% de la población mundial, especialmente a las mujeres y ancianas. En su forma más común, el hipotiroidismo atrofia la glándula al punto que sus células son destruidas por acción del sistema inmunológico del paciente mismo.


Este factor marca lo progresivo de la enfermedad: al cuerpo le toma | años eliminar y atrofiar la tiroides.

Justamente por esto, los síntomas que se van evidenciando no son tomados | en cuenta o se atribuyen al | envejecimiento. Ya que esta condición se evidencia por medio de una serie de anormalidades orgánicas muy apareciendo en I forma espaciada, suelen considerarse consecuencia de alguna otra condición.

Es esencial realizarse los análisis de sangre necesarios al notar algunos de los síntomas que se enumeran a continuación. Si no se detecta el hipotiroidismo a tiempo, su tratamiento se complica y se reducen las posibilidades de una curación total:



Diagnostico temprano para el hipotiroidismo



Aumento de peso: aunque el apetito se mantenga igual que antes y el consumo de alimentos sea idéntico al habitual, el hipotiroidismo hace que las reacciones químicas del organismo sean más lentas, por lo que los pacientes con esta condición tienden a engordar entre 5 y 10 kilos.



Estreñimiento: de la misma manera que se reduce la velocidad del metabolismo, también las funciones digestivas se vuelven más lentas.



Habla confusa: como la tiroides está ubicada en el cuello, se afectan las cuerdas vocales al punto de volverse la voz más grave y ronca.



Hipersensibilidad al frío: se provoca un desbalance hormonal que hace al paciente muy sensible al frío, e incluso pueden presentarse casos de espasmos y rigidez muscular provocados por movimientos repentinos.



Menstruación copiosa: si no se ha entrado aún en la menopausia, las mujeres pueden experimentar períodos más copiosos (o menorragia).



Problemas cardíacos: al contrario de lo que se pensaría, es posible que se reduzca el ritmo cardíaco hasta 60 latidos por minuto. Asimismo, se puede desarrollar hipertensión e incluso se pueden provocar paros cardíacos. La angina de pecho suele ser el primer síntoma del hipotiroidismo.



Problemas de piel: Los párpados, los pies y las manos se pueden hinchar mucho, al mismo tiempo que la piel se vuelve más seca y áspera, casi escamosa. En algunos casos, puede tornarse amarillenta o incluso púrpura, porque se dilatan sus vasos sanguíneos.



Problemas mentales: el cansancio, la somnolencia y la pérdida de capacidad intelectual son consecuencias muy comunes del hipotiroidismo. Las reacciones mentales se vuelven más lentas, al punto que los pacientes mayores pueden desarrollar demencia. En forma similar, algunas personas pueden sufrir de paranoia o depresiones.



El mejor tratamiento para esta afección es la tiroxina. Generalmente, las dosis inician siendo muy pequeñas y van aumentando lentamente por un período de tres meses, tras el cual se realizan análisis de sangre para determinar si es necesario continuar con el aumento de la prescripción. Aunque se elimine el hipotiroidismo, lo más probable es que sea necesario mantener un tratamiento de por vida.

jueves, 6 de agosto de 2009

El tratamiento de la diarrea

La base del tratamiento para el cuadro diarreico es la dieta. El profesional, luego de evaluar al niño, indicará una dieta específica pobre en hidratos de carbono y sin celulosa: leche diluida, papillas que contengan arroz, semolín, polenta; todos bien cocidos, con agregado de aceite o manteca y quesos duros rallados.



Como es el tratamiento de la diarrea en los niños



Se enriquecerán con carne vacuna o de ave, sin piel, preparadas a la parrilla, a la plancha o hervidas; como postre, manzana asada o rallada, gelatina dietética o preparadas mitad con sabor y mitad sin sabor. Se podrá continuar con un adecuado aporte de grasas, ya que su absorción no presenta dificultad en la diarrea aguda.



El ayuno prolongado de alimentos puede deteriorar aún más el funcionamiento de las célulcis que forman la pared del intestino, lo que prolongará el cuadro de diarrea. Los solidifícantes de materia fecal, como pectina, crema de bisnnuto, caolín, que actúan atrayendo el agua de la deposición, cambian la morfología de la materia fecal, dándole un aspecto solidificado, sin que se modifiquen la pérdida real de líquido ni el curso de la enfermedad.



Los antiespasmódicos "paran" la diarrea por disminuir el movimiento intestinal, pero la pérdida de líquidos sigue existiendo y éste queda acumulado en la luz intestinal, alterando el manejo de agua y minerales en el paciente. No se debe olvidar que el aumento de la velocidad del tránsito intestinal es, en última instancia, un "mecanismo de defensa" del intestino frente a la infección, que contribuye a "barrer" los gérmenes y sus toxinas.

Por eso los antiespasmódicos están totalmente contraindicados, especialmente en el lactante, pues su mayor sensibilidad a este tipo de medicación hace que se puedan producir verdaderas "parálisis" del intestino, con serias complicaciones. El tratamiento antibiótico depende de la identificación del germen causal (confirmada o sospechada), por lo que su manejo corresponde exclusivamente al pediatra que trata al niño. El examen que se realiza para averiguar cuál es el germen, se denomina coprocultivo. No deben usarse antibióticos sin indicación expresa del médico.

miércoles, 5 de agosto de 2009

Nuestra relación con el sol

Nuestra relación con el sol se debe establecer en base a dos conceptos: moderación y protección. Porque no se trata de substraerse a sus beneficiosos efectos. El sol estimula el metabolismo, activa la circulación sanguínea, equilibra la secreción hormonal. Además, restablece el equilibrio de las pieles grasas, haciendo desaparecer el acné, borra las cicatrices y, sobre todo, estimula la formación de vitamina D, imprescindible para que el calcio se fije en el esqueleto.



El color bronceado que tanto anhelamos se debe, en realidad, a una respuesta natural de la piel para protegerse de las quemaduras solares. La melanina que tiñe la epidermis forma un filtro solar natural, que impide que los rayos solares penetren en las capas profundas de la piel. Esta empieza a segregarse paulatinamente, estimulada por la acción de los rayos ultravioletas A y B.



¿Qué ocurre cuando tomamos el sol sin protección? Ningún filtro pone freno a a los efectos de los rayos ultravioletas. Los de tipo A atacan a las fibras elásticas de la piel y al colágeno en un proceso lento, progresivo e irreversible, conocido por envejecimiento prematuro de la piel. Los de tipo B producen quemaduras en la epidermis. La piel se reseca y se desprende al cabo de unos días. Sin embargo, el efecto perseguido —la aceleración de la secreción de la melanina— no se ha alcanzado. En cambio, sí hemos conseguido padecer el dolor de las quemaduras.



Como debe ser nuestra relación con el sol



La utilización de una crema con filtro solar es indispensable durante los primeros días y muy recomendable durante el tiempo que duren las vacaciones. El sol reseca la piel, favorece el crecimiento del vello y daña las células de la dermis que producen el colágeno y la elastina, dos sustancias indispensables para que conserve su aspecto terso y liso.

En los últimos años se ha descubierto otro motivo para explicar el envejecimiento prematuro de las pieles expuestas al sol sin protección. Las células de la piel están formadas por determinadas moléculas que, bajo los efectos de los rayos solares, se parten en dos, liberando un electrón en cada lado. Estos radicales libres atacan a las células de su entorno, dañándolas irremediablemente.



Los bronceadores intentan poner remedio a todos estos efectos nocivos. En primer lugar, se trata de frenar los rayos solares y esto se consigue añadiendo a la crema determinadas sustancias químicas, para que hagan de filtro más o menos potente, según la naturaleza de la piel y la cantidad de melanina ya presente.

El Factor de Protección corresponde al número por el que puede multiplicarse el tiempo de exposición de la piel sin riesgo de quemaduras. Por ejemplo, si durante el primer día una piel puede resistir sana unos 15 minutos, una crema con factor 8 permitirá una exposición de 120 minutos, o sea, 2 horas. Una de factor 10 protegerá durante dos horas y media.


¿Cómo elegir el factor de protección más conveniente? Todo depende de la sensibilidad natural de la piel, del lugar donde nos encontramos y de la hora del día. Las rubias y las pelirrojas suelen tener una piel más fina y pálida. Si, además, es mediodía y se encuentran en una playa del sur de Europa, sin duda necesitan un factor de protección alto, entre el 8 y el 15.



En las mismas circunstancias, la piel de una morena puede protegerse con un factor 6. A medida que los melanocitos van segregando su filtro natural, la melanina, se puede ir reduciendo el factor, pasar del 8 al 6 y del 6 al 4 o el 2.



Las cremas con factor superior al 15 se consideran bloqueadoras, porque no dejan pasar prácticamente ningún rayo ultravioleta. Se recomiendan para las personas alérgicas al sol, para las embarazadas o parturientas, ancianos o enfermos que padecen manchas, los albinos (cuya piel carece de melanina), etc.


En segundo lugar, los bronceadores contienen aceites naturales para frenar la pérdida de humedad y sustancias hidratantes, como el eucerit o el aloe.



Las leches, geles y aceites se diferencian por la cantidad de aceite incorporado en la fórmula. Las pieles secas están mejor protegidas con los aceites y los geles. Estos forman una capa que evita la pérdida de humedad. Para las grasas, que ya tienen una protección natural superior, es conveniente utilizar una crema o un gel no graso.



La cara merece un cuidado específico. Las cremas solares antiarrugas incorporan vitamina E, que frena la acción de los radicales libres, colágeno y elastina para la regeneración celular y poderosas sustancias hidratantes. Para las zonas más delicadas, como el contorno de los ojos o de la boca, existen barras especiales, los sticks solares.

domingo, 2 de agosto de 2009

Composición del cabello

El análisis mineral del cabello es un novedoso sis­tema que permite determinar si a una persona le faltan micronutrientes o si está contaminada con elementos tóxicos con sólo analizar uno o dos de sus cabellos. De este modo se anticipan futuros problemas de salud y se los resuelve a tiempo.


Uno de los mayores benefi­cios del análisis mineral del cabello es que sus re­sultados permiten diagnosticar las enfermedades antes de que aparez­can los síntomas. La presencia de aluminio, arsénico, cadmio, plomo, mercurio, uranio, plata y otros com­puestos nocivos puede ser la causa de graves enfermedades. Del mis­mo modo, gracias al test del cabello es posible conocer si hay carencia de elementos como calcio, magne­sio, sodio, potasio, hierro, manga­neso, cobalto, litio, fósforo, boro V otros,- todos ellos imprescindibles para la vida. De esta forma, es posi­ble equilibrar la dieta con las canti­dades de los distintos elementos que componen nuestro organismo. Se trata de una verdadera oportuni­dad para detener una patología an­tes de que inicie su recorrido, sin mayores complicaciones y con un estudio totalmente inofensivo.


Como es la composición mineral del cabello


Las dudas y las certezas

A pesar de que se trata de un estu­dio que se ha popularizado en el úl­timo tiempo y cuenta con miles de adeptos alrededor del mundo, el resultado de las mediciones todavía se discute debido a la enorme varia­ción en las concentraciones de los elementos de traza, a la ausencia de un material biológico de referencia universalmente aceptado y a la contaminación del cabello debida a su exposición a agentes atmosfé­ricos. Incluso en muchos casos se encuentran diferencias en los análisis de muestras de cabello de un mismo individuo.


En ocasiones se usan técnicas de la­vado antes de analizar el cabello para eliminar los rastros de conta­minación, y en algunos países las autoridades de energía atómica re­comiendan algunas técnicas para tomar muestras y preparar el cabel­lo antes de analizarlo. Gracias a esta revolucionaria técni­ca, que proporciona imágenes so-bre las intimidades de la materia imposibles de obtener con otros microscopios, los especialistas del Hospital Saint Thomas, de Estados Unidos, han dado un salto sin pre­cedentes para perfeccionar el estu­dio de la composición del cabello y sus contaminantes.


La gran sensibi­lidad del cabello humano para acu­mular las sustancias químicas del organismo se viene aplicando a dis­tintos análisis capaces de detectar si su propietario consume drogas o para diagnosticar determinados trastornos orgánicos. Lo mejor de todo es que es posible analizar el pelo aun a pesar del inexorable pa- i so del tiempo. Uno de los cabellos que se están analizando son los del inigualable compositor Ludwig Van Beethoven, de cuyo estudio ya se ha descubierto que padeció va­rias enfermedades a la vez y se es­pera develar otros enigmas, incluso si murió envenenado.


Mejor prevenir...

Las trazas de metales tóxicos y has­ta de drogas ilegales desaparecen de la orina, pero la evidencia per­manece atrapada en el pelo. El pe­lo tiene la ventaja de contar con memoria a largo plazo, ya las sus­tancias permanecen conforme cre­ce el pelo a una velocidad de 1,25 centímetros por mes. Una longitud de pelo de 7,5 centímetros de la porción más cerca al cuero cabellu­do ofrece una historia de seis me­ses.


En contraste, el mineral tóxico puede no mostrar ninguna pista en la orina solamente pocas horas o pocos días después. Las personas que requieren un exa­men mineral del pelo son todos aquellos enfermos en los que no se encuentra una causa aparente o cuando se conoce la causa pero la terapia no es completamente efec­tiva. El análisis del pelo aporta una nueva visión para resolver los pro­blemas específicos al reconocer la individualidad bioquímica de los seres humanos.


Aun cuando uno no esté experimentando un proble­ma severo, los cambios anormales en la química corporal y las defi­ciencias nutricionales pueden re­sultar en cambios tempranos y suti­les en el cuerpo, tales como puntos blancos en las uñas, uñas quebradi­zas, estrías, falta de crecimiento o cambios de estado de ánimo. Estos cambios son signos tempranos de alteraciones metabólicas y pueden llevamos a serios problemas si no se revisan.


Si bien no existen laboratorios de análisis del cabello en la Argentina, actualmente muchos centros espe­cializados reciben muestras que lue­go se envían a otros países, donde en pocos días se descubren los se­cretos que alberga nuestra cabeza.


Las causas

Las principales razones por las que se producen desequilibrios minera­les son:

1. Una dieta inadecuada (como el consumo excesivo de carbohidra­tos refinados).

2. Tomar vitaminas y/o minerales que no son compatibles con la ac­tual bioquímica corporal.

3. Medicamentos, anticonceptivos y estrés.

4. Acumulación de metales tóxicos del medio ambiente.

5. Herencia de patrones minerales de los padres.

El golpe de calor

El golpe de calor es suma¬mente peligroso y puede incluso provocar la muerte. Los síntomas son un deterioro del nivel de conciencia, que puede abarcar desde una ligera somnolencia hasta coma, pasando por cuadros de confusión o agitación. Los ancianos, los chicos y los enfermos son más propensos a sufrir de exceso de calor, sobre todo si padecen del corazón.

La edad avanzada reduce la capacidad para hacer frente a las altas temperaturas, especialmente si se encuentran en lugares poco ventilados. En estas situaciones, los mecanismos del sudor se alteran y el organismo no pierde calor, lo que puede provocar un daño cardíaco, renal, hepático y pulmonar.



Como evitar el golpe de calor



También los niños son más vulnerables al calor por su mayor superficie corporal y menor madurez de los mecanismos que regulan la temperatura.


Especial cuidado deben tener los pacientes hipertensos y valvulares, que toman diuréticos habitualmente, ya que con el calor se pierden aún más líquidos y electrolitos a través del sudor.

Estos pacientes deben controlar esa pérdida, procurando no sudar excesivamente y cuidar muy bien la rehidratación, bebiendo líquidos, como mínimo litro y medio diario. Los síntomas que indican que estamos teniendo un golpe de calor son: mareos, debilidad, escalofríos, palidez y náuseas.


Para evitar que esto ocurra, es necesario evitar realizar ejercicios físicos sin entrenamiento adecuado en horas de máximo calor y humedad, especialmente si se ingieren estimulantes, fármacos y alcohol; también es preciso dejar de lado la exposición al calor excesivo y la falta de ventilación.

Otra recomendación es usar ropa ligera y holgada, de fibra natural, ya que la fibra artificial evita la evaporación. Por último, resulta crucial ingerir abundantes líquidos para favorecer la sudación, siempre que no exista contraindicación médica para ello.

martes, 28 de julio de 2009

La hiperhidrosis

La sudoración acompaña a una persona durante toda su vida. En condiciones normales, su función es termorreguladora; sin embargo, en algunos casos, la cantidad de sudor que se produce es muchí­simo mayor en áreas anatómicas concretas, lo que supone un pro­blema para algunos pacientes. Se trata de la híperhidrosis, un proceso que hoy en día puede solucionarse con un tratamiento personalizado que, en muchas ocasiones, "les cambia la vida a las personas que lo padecen", explica el doctor Agustín España, director del departamento de Der­matología de la Clínica Universita­ria de Navarra.


La sudoración es un proce­so fisiológico que permite regular nuestra temperatura interna. Ha-bitualmente, el sudor se produce continuamente, sobre todo en axi­las, manos y pies. En ocasiones, ante ciertos estímulos, bien térmi­cos o emocionales, la sudoración puede incrementarse de forma importante, algo que, con frecuen­cia, condiciona la vida de algunas personas al tener la sensación de mojar su ropa constantemente.


Así, la hiperhidrosis puede constituir una enfermedad en los casos en los que condiciona de forma importante la vida del pa­ciente, sus relaciones sociales o su profesión. El límite entre la en­fermedad y lo fisiológico es difícil de establecer, y depende de cómo perciba el paciente esa situación -señala el especialista-, quien re­calca que a las personas cada vez les incomoda más la hipersudo-ración y por eso es hoy en día un motivo de consulta frecuente.


Dada la diversidad de las cau­sas, fisiológicas, psicológicas o patológicas, existen diferentes tipos de hiperhidrosis. Es nece­sario un estudio detallado e in­dividualizado de cada paciente para ofrecerle el tratamiento más adecuado. Se trata, por tanto, de una afección que es necesario abordar desde un punto de vista multidisciplinar.


Por este motivo, la Clínica Uni­versitaria de Navarra ha creado una unidad dedicada al tratamien­to de la hiperhidrosis y el rubor facial, integrada por especialis­tas de Dermatología, Psicología Clínica y Cirugía Torácica. En concreto, los especialistas que constituyen la nueva unidad son el doctor Agustín España, direc­tor de Dermatología, la doctora Francisca Lahortiga, especialista en Psicología Clínica, y el doctor Carlos García Franco, especialista en Cirugía Torácica.


Diagnostico y tratamiento de la hiperhidrosis


Los especialistas comenzarían por un estudio dermatológico y psicológico que, en caso de no ofrecer resultados eficaces, se sustituiría por un abordaje de ti­po psiquiátrico, con medicación ansiolítica y antidepresiva. Para los casos más severos puede va­lorarse el tratamiento mediante cirugía. La indicación quirúrgica debe dictaminarla el cirujano, ya que no todos los pacientes son operables. Por ejemplo, puede haber sudores de manos o de axi­las que puedan corregirse con un tratamiento dermatológico con­sistente en inyectar en la zona afectada toxina botulínica. Según el facultativo, el tratamiento qui­rúrgico se reserva para aquellos casos más limitantes, en los que el resto de los procedimientos han fracasado.


En los pacientes operados de hiperhidrosis puede producirse posteriormente un efecto de sudoración compensatoria, por el que la hipersudoración se traslada a otras áreas del cuerpo en las que el trastorno resulta menos limitan­te. No obstante, en torno al 80 por ciento de los enfermos interveni­dos manifiestan estar satisfechos con los resultados del tratamiento quirúrgico. En el caso de la hiper­sudoración de las manos, la efica­cia supera el 95 por ciento de los pacientes intervenidos, subraya el doctor García Franco.

 
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