La realización de actividad física como medida protectora de nuestra salud tiene la ventaja de requerir un mínimo equipamiento (calzado confortable) y escaso tiempo semanal. Si somos sedentarios, se debe comenzar por pocos minutos de actividad física cada día hasta llegar a realizar un ejercicio regular, vigoroso y sostenido por lo menos 30 minutos en el día, tres veces por semana. Este hábito será suficiente para:
Hacer ejercicio fisico para una vida saludable
- Mejorar el rendimiento cardíaco y pulmonar.
- Regular el pulso, la presión arterial, la circulación y controlar el sobrepeso.
- Controlar la sobrecarga emocional.
- Mejorar la disposición al trabajo.
Cuando hemos estado inactivos por mucho tiempo o tenemos alteraciones de la presión arterial, dolores en el pecho, dificultad respiratoria, cansancio, etc. debemos consultar al médico antes de iniciar la actividad física.
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