viernes, 3 de abril de 2009

Analisis de orina

El análisis urinario permite no solamente verificar que la función de los ríñones sea normal, sino también prevenir y diagnosticar otras enfer­medades, así como confirmar o descartar un embarazo.


En esta nota conozca todo los detalles de un examen de rutina que puede revelar datos fundamentales sobre su estado de salud.


¿Qué es la orina?

La orina es producida por la filtración de la sangre, que se origina en los ríñones. Un in­dividuo saludable puede pro­ducir de 0,5 a 2 litros diarios de orina. Cuando el cuerpo elimina agua de otra manera (sudoración, diarrea, o vómi­tos), la producción de orina disminuye.


Composición

La orina está compuesta por agua y por un residuo seco, normalmente saluble, formado por:

Las sales minerales cuyos iones son el cloro (de 8 a 15 g por litro), el sodio (de 3 a 4 g/1), el potasio (de 2 a 4 g/l) y el cal­cio (de 150 a 250 mg); los de­sechos nitrosos, principalmen­te la urea (25 g/l), la creatinina (2g/l), y el ácido úrico (0,5 g/l).

Diferentes ácidos: cítrico, lác­tico, pirúvico, oxálico, así co­mo algunas hormonas supra­rrenales y gonádicas, vitaminas y enzimas. También hay pro­teínas, normalmente en estado residual (no hay dosis, sino só­lo algunas huellas). El conjunto del análisis de ori­na comprende la apreciación de características clínicas (olor, concentración, tonalidad), el estudio al microscopio y el análisis químico.


Que hay que tener en cuenta en un analisis de orina


Albúmina o proteínas.

En un sujeto normal, la elimina­ción de proteínas en la orina es muy baja. Por esto, en el análi­sis de laboratorio suele aparecer la frase "ausente " o en peque­ñas dosis, lo que indica que el valor es menor de 40 mg. Solamente un defectuoso equi­librio alimenticio o un esfuer­zo físico prolongado pueden provocar una proteinuria pasa­jera. Si ella es superior a 2 g, es signo de un problema renal.


Glucosa

No debemos encontrar glucosa en la orina, aunque solemos en­contrarla en forma de rastros en la orina de veinticuatro horas.

Si hay presencia de glucosa en la orina permanente, puede sig­nificar una diabetes o una lesión de los conductos renales. Este problema aparece con frecuen­cia durante el embarazo o en el período de lactancia debido a modificaciones hormonales. Esta alteración no es grave si no está acompañada de otros síntomas y si la tasa de azúcar en sangre es normal.


Acetona

Se produce en el organismo en el curso del metabolismo de las grasas. Normalmente ella gene­ra una serie de transformacio­nes.

Hay cuatro motivos por los que se puede encontrar restos de acetona en la orina: el ayuno glucídico (falta de azúcar), vó­mitos prolongados, algunos medicamentos, o las afecciones febriles agudas como la tifodea o el paludismo. En el caso de diabetes, la ace­tona es el signo premonitorio del coma (aunque hay otros signos que también alertarán al enfermo).


Pigmentos billares

La presencia de pigmentos bi­liares en la orina indica altera­ciones hepáticas o de las vías billiares. Este examen se hace sobre todo para confirmar una ictericia, la enfermedad típica de las abuelas, que se acompa­ña de una coloración amarilla de la piel y del blanco del ojo. Esta patología no es igual que una hepatitis. Podemos sufrir de una ictericia sin hepatitis y de una hepatitis sin ictericia.


Hematíes: glóbulos rojos

Estos pequeños discos rojos forman parte de la composición sanguínea y pueden detectarse en la orina mediante un análisis al microscopio. Se encuentran menos de 10.000 por mi. Más allá de esta cifra, podemos de­cir que hay una hematuria. En­tre las patologías más frecuen­tes podemos hallar la cistitis o la uretritis. En el hombre, ésta puede significar un trastorno prostático. La presencia de san­gre en la orina puede indicar la existencia de quistes, de cálcu­los renales o vesiculares. No obstante, serán necesarios otros exámenes para encontrar la causa de la hematuria. Una sobredosis de medicamentos anti­coagulantes también pueden provocar este trastorno en la composición de la sangre.


Leucocitos: glóbulos blancos

A la inversa de los hematíes, los leucocitos son los glóbulos blancos, también presentes en la composición química de la orina en pequeñas cantidades (menos de 10.000 por ml). Su­perando este valor, podemos hablar de una infección o de una inflamación renal.


¿Cuándo se recurre a un análisis de orina?

El médico puede ordenar un análisis como parte de un sim­ple chequeo de rutina. Pero también puede hacerlo por otros motivos.


Búsqueda de una infección urinaria

Se hace gracias a un ECBU (examen cito-bacteriológico urinario). Este examen debe efectuarse antes de concurrir a medidas antibióticas. Se puede decir que hay una infección urinaria si el número de gérme­nes es superior a 100.000 por mililitro y cuando hay glóbulos blancos en igual cantidad. Cuando el germen responsable es identificado, sólo resta defi­nir qué antibiótico será el más efectivo.


Antibiograma

Es común que el médico pida este examen en caso de verifi­car una infección severa. El análisis permite saber qué anti­bióticos son capaces de matar  los gérmenes presentes en la orina.


Test de embarazo

Este análisis de orina determi­na si la mujer está encinta o no.

Ya no se hace a través de sapos y conejos. Ha sido reemplaza­do por un test inmunológico que consiste en detectar la pre­sencia o no de una sustancia específica presente durante el embarazo: las gonadorfinas coriónicas. Si la presencia de es­tas sustancias es puesta en evi­dencia, la reacción será positi­va, y el diagnóstico el de un embarazo.

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