La medicina general

Dentro de tu cuerpo llevas un aparato de aire acondicionado que la mayoría del tiempo funciona de maravilla. Todo el líquido que se evapora a través de la piel (mejor conocido como sudor) enfría el cuerpo sin echar a perder la capa de ozono. El problema comienza cuando pasas demasiado tiempo al sol y no bebes lo suficiente para reemplazar los fluidos que pierdes al sudar: estás en peligro de sufrir una insolación.

La clave radica en que permanezcas adecuadamente hidratado; eso significa beber suficientes líquidos hasta sentirte lleno, antes de salir, particularmente si vas a realizar actividades extenuantes. Es recomendable que, por lo menos, bebas un vaso grande con agua.

Andar con el torso desnudo te hace más susceptible a la insolación; te expones mayormente a la radiación de calor cuando estás descubierto. En cuanto comien­zas a transpirar, la camisa es un artículo refrescante cuando el viento pasa a través de ella.

Como curarse de una insolación

Come muchas frutas y vegetales, ya que tienen un contenido importante de agua y un buen equilibrio de sales. Otro punto a favor es que también sustituyen las vitaminas y minerales que perdiste en la transpiración.

Aunque la deshidratación también puede ser el resultado de la falta de sal, no creas que le estás haciendo un favor a tu cuerpo al tomar tabletas de sal; una mayor cantidad de ella en el estómago retiene por más tiempo los líquidos, por lo que tampoco hay la cantidad que se necesita para sudar. Antes de salir, pésate y vuelve a hacerlo cuando regreses. Toda esa pérdida de peso es pérdida de agua, de modo que tienes que beber la misma cantidad para reponerla. Toma en cuenta que medio kilo equivale, aproximadamente, a dos vasos de agua.